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Tres lecciones de la transformación ágil de un operador postal

Tres lecciones de la transformación ágil de un operador postal

Agilar Team

29 Jul, 2025

business agility

Un equipo reunido frente a un tablero

Cuando el servicio postal belga se vio obligado a abrirse a la competencia, la presión fue enorme. El equipo de Tracked Mail llevaba meses lanzando productos a toda prisa, pero lo que quedaba eran sistemas frágiles, aplicaciones llenas de errores y una base poco fiable.

Dar el salto a Scrum y a las prácticas de ingeniería ágil no fue solo una solución técnica: fue el inicio de un cambio cultural profundo. De ese camino salieron tres lecciones que siguen marcando la forma en que entendemos Agile hoy.

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1. Claridad sobre quién decide el valor

Al principio, los equipos funcionaban bien, pero las peticiones cruzadas de varios responsables de negocio acababan en un pulso constante. Cada uno defendía que lo suyo era lo prioritario.

El punto de inflexión llegó cuando se nombró a una persona con autoridad sobre todo el value stream, capaz de marcar prioridades claras. A partir de ahí, los conflictos se disiparon y los equipos pudieron enfocarse en lo que de verdad importaba.

Tip: identifica siempre quién es responsable de extremo a extremo. Sin esa claridad, hasta los equipos más fuertes pueden quedar bloqueados.

2. La confianza no se impone

Los problemas estaban a la vista: mala calidad, conocimiento encerrado en silos, negocio y tecnología desconectados. La reacción natural era querer forzar el cambio cuanto antes. Pero empujar demasiado habría sido contraproducente.

La clave fue avanzar al ritmo de la confianza. Dar espacio para digerir miedos, mostrar pequeños logros tempranos y construir adhesión paso a paso. Así el cambio prendió, porque fue compartido.

Tip: el cambio solo avanza a la velocidad de la confianza. Corre cuando se pueda, pero ten paciencia donde más importa.

3. La calidad lo cambia todo

Al inicio, cada entrega era un riesgo. El código era frágil, los errores se acumulaban y la innovación parecía imposible. Los equipos sobrevivían apagando fuegos.

Eso dio un giro cuando las prácticas de ingeniería se volvieron la norma: integración continua, pruebas automatizadas, responsabilidad compartida. Mejorar la calidad no solo estabilizó los sistemas: también liberó velocidad, confianza y motivación.

Tip: si quieres que los equipos prosperen, dales primero la capacidad de entregar con calidad a un ritmo sostenible. La calidad es la base de todo.

Reflexión final

La experiencia de Tracked Mail demuestra que Agile no trata de ceremonias ni de backlogs, sino de generar confianza, claridad y calidad. Cuando esas tres piezas encajan, los equipos no solo entregan: crecen, se adaptan y se convierten en inspiración para el resto de la organización.

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