Empezar a limpiar la casa: lecciones de los primeros pilotos de OKRs

Agilar Team
02 Sep, 2025
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Adoptar OKRs en una gran organización no es tan diferente de decidir hacer una limpieza profunda en tu casa. No la pasada rápida de polvo antes de que lleguen invitados, sino esa limpieza en la que haces espacio, redefines prioridades y encuentras una rutina que realmente se mantenga en el tiempo.
Lo más difícil no es tomar la decisión. Lo más difícil es empezar—y, sobre todo, decidir cómo.
Dónde empezar
Cuando una empresa global de FMCG decidió introducir OKRs, no intentó limpiar toda la casa de una vez. Eso habría sido abrumador. En lugar de eso, eligieron un par de “habitaciones” que importaban: dos países de tamaño medio, cada uno con fábricas, operaciones y ventas.
Lo suficientemente grandes para reflejar la complejidad del negocio pero lo suficientemente pequeños para experimentar sin grandes riesgos.
Como empezar con la cocina o el salón: no atacas todos los rincones de la casa, eliges un lugar donde el progreso sea visible y significativo.
Preparar las herramientas
Antes de ponerte a limpiar, reúnes tus productos. Aquí pasó lo mismo: antes de lanzar su primera planificación trimestral, la empresa se preparó con comunicación, formación y talleres.
Se invitó a los empleados a presentaciones y townhalls, los líderes se alinearon sobre cómo cambiarían las prioridades, y los equipos aprendieron cómo se ven unos buenos OKRs. Algunas personas incluso recibieron formación y coaching más profundos, ya que serían quienes liderarían el proceso.
Sin esa preparación, el primer intento habría sido como pasar el polvo de un rincón a otro.
Enfrentar el desorden
En la tercera semana empezó el trabajo real. Los equipos tuvieron que priorizar iniciativas, lo que significó dejar algunos proyectos atrás. No fue fácil. Decir no a ciertos esfuerzos fue como decidir qué cajas viejas del desván finalmente tirar.
Pero este fue uno de los cambios más poderosos. Al limitar lo que estaba “en progreso”, los equipos liberaron capacidad para enfocarse, colaborar y realmente entregar resultados.
La primera limpieza: de la planificación a los OKRs
Finalmente, tras 5–6 semanas, la organización celebró su primera planificación trimestral. Cada equipo evaluó el trabajo pasado, revisó aprendizajes y definió los OKRs para el siguiente trimestre. No todo fue perfecto—algunos OKRs aún necesitaban ajustes—pero el resultado global fue positivo.
La casa no estaba impecable todavía, pero se sentía diferente. La gente entendió el motivo del cambio y estaba motivada para seguir mejorando.
La lección
Los pilotos son más que probar un marco de trabajo. Son una manera de generar confianza, crear nuevos hábitos y demostrar que la “casa” sí puede limpiarse—y mantenerse así.
Los primeros pilotos de OKRs de esta empresa FMCG mostraron que la clave no está en encontrar el método perfecto antes de empezar. La clave está en comenzar, aprender y ajustar el enfoque sobre la marcha.
Porque, tanto en la limpieza como en los OKRs, el progreso llega una habitación a la vez.