Priorización: El arte de decir “no”

Raúl Herranz
25 Nov, 2024
business agility
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En el desarrollo de productos, la capacidad de decir “no” es una herramienta estratégica que no debe ser subestimada. Para un Product Owner (PO), esta habilidad es clave para priorizar lo que realmente importa, mantener el enfoque del equipo y garantizar que el producto evolucione de acuerdo con su visión. Lejos de ser un rechazo, el “no” es una afirmación del propósito y del valor que el producto busca entregar.
El valor de priorizar: decir “no” con propósito
El Product Owner tiene una responsabilidad fundamental en la toma de decisiones estratégicas. Decir “no” no es un acto arbitrario, sino un ejercicio de empoderamiento que le permite proteger el propósito del producto y alinearlo con los objetivos estratégicos. Este enfoque asegura que cada decisión esté fundamentada y que el Product Backlog refleje las prioridades reales.
Cuando las expectativas de los Stakeholders entran en conflicto, priorizar es inevitable. Por ejemplo, si tres Stakeholders solicitan desarrollar diferentes colores de rotuladores (rojo, amarillo y azul), decidir cuál priorizar requiere no solo evaluar el impacto y el esfuerzo, sino también gestionar las expectativas de aquellos cuya prioridad no será atendida. Es aquí donde la capacidad de comunicar un “no” de manera clara y constructiva resulta esencial.
Las consecuencias de no priorizar
Decir “sí” a todo tiene consecuencias tanto para el equipo como para el producto. Un ejemplo ilustrativo es el de un fabricante de cuchillos que, en un intento por complacer a todos, termina desarrollando una navaja suiza: útil en muchas situaciones, pero ineficaz para tareas específicas como cortar pan, fruta o jamón. En cambio, un Product Owner que sabe priorizar guía al equipo hacia la creación de productos especializados que ofrecen el máximo valor.
No priorizar genera sobrecarga en el equipo, diluye los resultados y compromete la calidad del producto. Por eso, aprender a decir “no” no solo protege al equipo, sino que también asegura que el producto entregue un valor real y tangible a sus usuarios.
Herramientas y enfoques para decidir qué no hacer
Para tomar decisiones difíciles, los Product Owners cuentan con herramientas como la matriz de impacto vs. esfuerzo, que ayuda a priorizar iniciativas según el valor que aportan en relación con el esfuerzo requerido. Otra técnica efectiva es la creación de una “lista de NOes” durante la fase de inception, basada en el Inception Deck de Jonathan Rasmusson. Esta lista define claramente lo que queda fuera del alcance inicial del producto y fomenta conversaciones alineadas con los Stakeholders.
La clave no está únicamente en la herramienta, sino en las conversaciones que estas prácticas promueven. Involucrar a los Stakeholders en este proceso no solo refuerza la alineación, sino que también facilita la aceptación de los “no” como decisiones estratégicas.
Comunicación estratégica: transformando un “no” en una oportunidad
Un “no” bien comunicado puede ser una oportunidad para fortalecer relaciones y construir confianza. Agradecer siempre las propuestas es un buen punto de partida, ya que valida las ideas de los Stakeholders. Explicar el “no” con datos, métricas o argumentos de negocio demuestra que la decisión está basada en la visión del producto y en el impacto esperado.
Por otro lado, no decir “no” o no explicar las razones detrás de la decisión puede ser un error costoso. Esto no solo genera frustración, sino que también debilita la confianza en el Product Owner. La gestión de expectativas, basada en una comunicación clara y constructiva, es una habilidad fundamental para evitar conflictos y mantener el rumbo del equipo.
Decisiones alineadas con la visión del producto
Un “no” tiene más peso cuando está alineado con una visión clara del producto. Frameworks como Scrum incorporan herramientas como el Product Goal, que guían las decisiones sobre qué incluir y qué dejar fuera del backlog. Al fundamentar el “no” en esta visión, no solo se refuerza la coherencia del producto, sino que también se asegura que las decisiones sean comprensibles y defendibles.
Es útil comunicar frecuentemente la visión del producto a los Stakeholders y al equipo. Una visión clara y bien articulada no solo orienta las decisiones del Product Owner, sino que también facilita el entendimiento y la aceptación de los “no” como decisiones necesarias para avanzar hacia el éxito del producto.
Conclusión
Decir “no” no es rechazar, sino priorizar con propósito. Es una habilidad esencial para cualquier Product Owner que busque construir productos de calidad, proteger a su equipo y mantener el enfoque en lo que realmente importa. Practicar el arte de decir “no” puede transformar la forma en que tu producto evoluciona y genera valor. Si estás interesado en aprender más sobre Product Ownership, no te pierdas nuestra próxima formación: https://agilar.com/es-es/training/certified-scrum-product-owner